A tu espalda
sigilosa me acerco
cubro tus ojos con mis manos
tan delicado, que apenas puedas sentirme,
dejo caer un dedo entre tus labios
que entorne tu boca
y lo libas
pidiendo de mí, placer.
Me arrodillo a tus pies
con la mirada perdida
en tus ojos celestes
los mismos que me devoran
con ansias de tenerme,
mi barbilla se sienta en tu entrepierna
y beneplácito aguardo
de complacerme en tu cuerpo.
Asientas con la cabeza
y mi lengua impávida
comienza a lamiscar vertida de saliva,
un tenue pellizcar en los pliegues,
una mano entrando al juego infernal
de unos labios ansiosos, fervientes.
Te inquietas
siento tu delectación en crecimiento
y a punto embriagador
tu recia virilidad,
en el paladar una gota caliente
incita a deglutirte completo
sentir tu fervor, tan dentro
yo tan llena y gozosa de tu entrega;
se calienta mi sangre en tu cimiente
en un precipitado vaivén,
te miro, me miras, rendido y complacido,
te desgrano entre dientes
se desmesura tu voz
y al vuelo lanzas gemidos
que atrapa mi boca con ritmo.
Me escurro dueña del deseo
que cristalino y fragante arrecia
al cortejo de un beso en tu lecho,
no llevo prisa, falta recitarte despacito
los poemas que nacen desde el vientre,
asciendo y rozo sexo con sexo
una mezcla de savia, miel y saliva,
muerdes blando las margaritas
que a tu boca se inclinan
y susurras
"Mi niña, dame un beso travieso".
Desciende un beso magno
provocando tu lujuria, tu éxtasis,
en mi voz pereces sereno
y se escurre entre mis labios
el anhelo de sentir mis besos.
® Lҽɳι @Vıɖąʂųƈɛʂıơŋ
27.09.2021
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Foto web
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