Permaneció
en el escondrijo de un amor
amargo y sombrío
con la promesa de retoñar
en la caricia de un abril
y la brisa fresca de mayo.
Floreció la hiedra
con sus hojas palmeadas
vistiendo la piel
de trepadoras raíces.
Amodorrado en un pacto
le sorprendió el otoño
neutro y palidecido de ilusiones
con la incertidumbre de un cuesco
leñoso y endurecido.
Se embelesaba con cada primavera
que florecía circundando el valle
y él, sumido a su otoño
sin traslación
maniatado con las espinas.
® Lҽɳι @Vıɖąʂųƈɛʂıơŋ
06.09.2022
Sombras nada más - Javier Solis
Jasset (Cover)
Foto web
Wow, qué poema triste, pero así pasa, a veces sucede que vemos seres enceguecidos que se encierran en sus creencias, sin dar espacio a la reflexión y menos a la empatía. Finalmente ellos sufren más que nadie, es triste, pero sucede mucho.
ResponderEliminarEscribes muy bien, con gran profundidad. Un abrazo. Paty
Una vez mas agradeciendo tu visita y comentarios. Entrañable abrazo 🌹🌹🌹
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