En el jardín
de los sueños
la belleza se marchitó
rojos
eran los pétalos de terciopelo
que fertilizaron amor y pasión.
Deslumbró el otoño
las hojas secas
la sed de una ilusión,
hasta podar la hiedra
que irreverente cegaba
la visión al exterior.
Y allí
estabas tú
inmovilizado
esperando recorrer
el jardín de la tentación,
cargado de urgencias
sediento
del néctar de una flor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario