A tu apetito
ciego y desmesurado
frutas frescas del Edén,
dos cóncavos higos maduros
o brevas, en primavera y miel.
En la epidermis, tus manos
versan proezas a florecer,
suntuoso el hormigueo
pálpitos en el vergel.
De los ramales
dulce néctar
escurren
sobre medio y pulgar,
sorbos de placer
liban los labios
de dulce amar.
Y en el prodigio
de tu cristalino cielo
oscuro yergue
el deseo animal,
por devorar
la fruta prohibida
en un éxtasis proverbial.
® Lҽɳι @Vıɖąʂųƈɛʂıơŋ
15.06.2022
Foto web
Acabo de descubrir tu blog y me quito el sombrero, es una maravilla lo que escribes, con tanta delicadeza, sensualidad y belleza, te felicito.
ResponderEliminarDesde ahora te sigo, con tu permiso.
Besos.
Gracias María, eres bienvenida
EliminarYa te seguí, escribes muy lindo y sensual.
Besitos 💋💋💋