Oscura y amarga la tintura que borbotea en la garganta abrasando cada palabra que intenta escabullirse presurosa del ayer.
En el alma, se aglutina el humo y las cenizas que transpira el tiempo haciendo sombras en los sueños e historias del mañana.
¿Dónde arribarás el pie si tu voz no lo guía? Sacudes la conciencia como polvo de camino y el final marca latencia en los pasos que desertan al mismísimo olvido.
En las horas de soledad, el tiempo se dejará escuchar en un lamento, resucitando las palabras que agonizantes eludían un - te quiero.
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