Recuerdo esa voz
bajo la intensidad pluvial
a lo lejos, el sonido ensordecedor
del rayo cuando calienta el aire
y se expande a estas viejas paredes,
las que se han convertido
en la prisión de esta tormenta
y me rindo en el silencio
al tronar de los latidos
que retumban vehementes.
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