Escribo estas letras en honor a la contención, cumplo 14 días sobria, en abstinencia de tu lujuria y perversión. En el exhibidor guardo con recelo una petaca que conserva tu aroma, unas miniaturas de fantasías del bondage a medio degustar y un cordón fermentado de mi fruto.
En la incertidumbre de tu ausencia me consumen las horas, doce campanadas de media noche advierten otro día de tu necesidad.
Observo la barra y me hago vulnerable a la sumisión de tu avezado universo de placer en el dolor y quiero renunciar, flaqueo ante este cuerpo inmóvil y cautivo. El lado oscuro toma de mí estas ganas insaciables y enhebra en mi sistema nervioso toxinas de ti, de tu exquisita droga. En la incoherencia de mis actos, te haces dueño y amo.
Tu juego, mi decisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario