Rumora el tiempo que eres versado en su abismo, de allí la fuerte sensación de hambre por devorar la vida, catar la limpidez y el añejo de la pasión madura, de la textura del deseo y la inhesión a la lujuria.
Que en la hoguera incineras las horas, honrando la exquisitez de cada piel con el afrodisíaco salitre de tu boca.
Y los segundos, querido amigo, avivas con la certitud que inunda tu boca de suspiros y miel.
Transciendes en cada embestida proverbial y te dejas en descubierto, impetuoso y atemporal.
® Lҽɳι @Vıɖąʂųƈɛʂıơŋ
06.01.25
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